Convierta la lectura en una rutina diaria
Trate
de leerle por lo menos unos 15 minutos diariamente. La hora
de ir a la cama es un momento especialmente apropiado para leer juntos.
Sostenga a su hijo cuando lean
Siéntelo en su regazo y lean. Permítale agarrar el libro y que le ayude a pasar las páginas.
Lea con efectos divertidos en su voz
Use su rostro, su cuerpo y su voz para hacer divertida la lectura. Use distintas voces para los distintos personajes.
Sepa cuándo detenerse
Si
el niño pierde interés o tiene dificultad para prestar atención, deje
el libro a un lado por un rato. Unos cuantos minutos de lectura son
suficientes. Si el niño no lo está disfrutando, no continúe leyendo. Con
la práctica, su niño podrá sentarse y escuchar por más tiempo.
Hablen sobre las ilustraciones
Muéstrele
las páginas y hablen sobre las ilustraciones del libro. Pídale al niño
que mire las ilustraciones para que busque indicios de lo que se trata
el cuento.
Muéstrele a su hijo las palabras
Al leer,
recorra con su dedo debajo de las palabras. Muy pronto, el niño
descubrirá que leemos las palabras y no las ilustraciones.
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